miércoles, 8 de junio de 2016

Ensayo/ Dominguez Virgen Alma Paola

«Nosotros los jóvenes en Tiempos Modernos»

Mucho se ha dicho sobre la problemática situación que presentan los mercados laborales actuales, la demanda laboral supera por mucho a la oferta y aunado a lo anterior, lo que se oferta no es, en muchas ocasiones lo que los centros productivos requieren. Sin embargo, para los jóvenes el panorama resulta aún más desalentador, no sólo son vulnerables en su condición de jóvenes sino como recién llegados al mercado laboral,  así como su falta de experiencia y capacitación para desarrollar actividades específicas.

Las generaciones han ido cambiado mucho, para las personas de años atrás, el trabajo era la actividad central sobre la que giraba su vida, sin embargo con el paso del tiempo hemos ido perdiendo el interés con respecto al trabajo, aunque no por eso, la preocupación por la remuneración que éste representa. Tal como lo menciona Robert Castel «es normal que sus actitudes respecto de este universo [del trabajo] sean diferentes de las generaciones anteriores, cuya vida, durante varios decenios, estuvo organizada alrededor del trabajo y socializada por el trabajo.»

¿Cuál es pues la relación de los jóvenes de nuestra generación con el empleo?

Antes de hablar sobre las actitudes que tienen los jóvenes frente al trabajo, vale revisar a lo que se enfrentan al ingresar al campo laboral, «padecen más despiadadamente las nuevas políticas de gestión de la mano de obra por parte de las empresas» traducidas en precariedad de las condiciones de trabajo, desocupación de larga duración, relaciones de trabajo aleatoria.

Con el objetivo de materializar lo anteriormente expuesto se ha realizado una entrevista a profundidad con un joven que se ha insertado recientemente en la industria, para de esta manera conocer de primera mano sus impresiones y experiencias.

Andrés Rosales Martinez, procedente de Celaya Guanajuato, egresado de la Ingeniería en Plásticos y Polímeros de Universidad Politécnica de Juventino Rosas. Tras ser beneficiado con el programa gubernamental «Capacitación sin fronteras» realizó una estadía en Alemania por 3 meses en prácticas profesionales con una empresa del sector automovilístico, misma a la que se incorporó a su llegada.

ARM: Cuando cursaba el sexto cuatrimestre de la carrera, salió la convocatoria para Capacitación sin fronteras y apliqué. Primero tuve que mandar mis papeles, hacer exámenes de inglés y de conocimientos generales como primer filtro, y por último los finalistas nos entrevistamos con el gerente general de la empresa. Al final fuimos 7 los elegidos.

-    ¿Qué consideras que hiciste distinto con respecto a los demás aspirantes que determinó que tú fueras aceptado y los demás no?

ARM: Primero, creo que mis estudios fueron determinantes pues era el perfil que la empresa buscaba, especialistas en plásticos y los demás aspirantes habían estudiado áreas un poco más extensas, sin especialización, se ahorraban así un rato de capacitación. Pero también creo que fue muy importante el examen de inglés y de conocimientos, así como las prácticas que había realizado en otras empresas antes.

-    Regresas de tu estancia en Alemania ¿con qué te encuentras?

ARM: Fue un choque fuerte, las condiciones laborales de allá son muy distintas a las que hay aquí en México, aun siendo la misma empresa, principalmente en el horario laboral, mi horario de trabajo es de lunes a viernes de 8:00 a 5:30, solo que en Alemania a la hora de mi salida me iba y ya, aquí raro es el día que salgo a esa hora, constantemente tengo que volver los fines de semana y en horario nocturno.

-    Muchos jóvenes de tu edad se sienten frustrados a causa del desempleo, ¿cómo te sientes respecto a ellos?

ARM: Seguro que estoy más frustrado que ellos jaja, la industria no es amable con las personas y mucho menos con los jóvenes, de verdad.

-    Profundicemos ahí, desde tu experiencia ¿Qué ocurre con los jóvenes en tu empresa?

ARM: Aparte de que eres joven, eres "el nuevo", te asignan mayores cargas de trabajo sin embargo, a pesar de que ya tenemos una capacitación, no tenemos experiencia y hay muchas cosas que solo se aprenden con la experiencia pero nadie quiere ayudar. Tienes que responder a muchos jefes y te ponen a hacer cosas que no te corresponden porque sabes que por ser nuevo, no les puedes decir que no. Son muchas presiones para las que nadie nos preparó. Algunos de mis compañeros creen que está bien porque la paga lo vale pero pues no todo es dinero. Y de los jóvenes obreros ni hablar, trabajan muchísimo y en condiciones difíciles por 700 pesos a la semana.

-    ¿Cómo es tu relación con las personas mayores con las que trabajas?

ARM: Es una situación complicada, la verdad es que nosotros entramos con un buen salario y nos toca entrar a dirigir un área en la que trabajan muchas personas que llevan años en la empresa, son obreros que se han ido calificando con el paso del tiempo y obviamente saben un montón, tienen mucha experiencia que nosotros no tenemos pero no quieren cooperar, por este rollo de que "a ti te pagan, tú resuélvelo", todo eso va entorpeciendo las relaciones dentro del área.

-    La tendencia es a que los jóvenes no se interesen por el empleo pero a la vez el valor que le dan sea similar incluso al que le dan las personas de generaciones pasadas ¿A qué le atribuyes esta situación?

ARM: Al orden social en el que vivimos, por una parte es necesario el trabajo para subsistir pero las condiciones laborales que se ofrecen no son agradables para nadie, es completamente entendible que a los jóvenes no les interese el trabajo si ven lo que las personas que trabajan padecen, los jóvenes traemos otra onda, queremos conocer gente, lugares, maneras, hacer las cosas distintas, sin embargo el trabajo nos ata. Sería muy bueno si pudiéramos estudiar lo que nos gusta, que haya oportunidades para todos no sólo para las personas que sirven para la producción, sin que haya cuestiones de que "estudiando eso te vas a morir de hambre".


Creer, a partir de una sola entrevista que todos los jóvenes corren la misma suerte es impensable, no sólo se presentan situaciones laborales muy diversas sino que también cada persona asimila las cosas de manera muy distinta, sin embargo es importante destacar la importancia de elegir una carrera de acuerdo a gustos e intereses propios ya que finalmente eso determinará gran parte del futuro.

Es evidente que, como se plantea en el texto de Castel, los jóvenes no están interesados en el trabajo, porque la gama de opciones que tienen para trabajar no tiene nada que ver con sus gustos y pasiones, pero es lo único que les asegura su sustento.

La sociedad es tan diversa que resulta imposible pensar que todas las personas disfrutan de las mismas cosas, y si hay algo urgente por hacer es diversificar las opciones laborales, la creación de empleos no sólo en la industria, que a los jóvenes se les presente un abanico de alternativas en distintas áreas que les aseguren un buen vivir aún sin ser "productivos".




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