sábado, 11 de junio de 2016

Desempleo Juvenil - Fatima Romina Arroyo Vargas

DESEMPLEO JUVENIL
Fátima Romina Arroyo Vargas
La realización de mi entrevista a dos personas que laboran en el Congreso del Estado, me permitió poder contemplar otro tipo de visión debido a que no solo los jóvenes no enfrentamos frente a diversos retos, como por ejemplo, tener que saltar el difícil requisito de generar experiencia laboral antes de ingresar a dicho mercado. En primera instancia nos encontramos con la dificultad de generar relaciones públicas (Capital Social) que nos permitan tener la certeza de encontrar un trabajo, mayormente porque en nuestro país no pareciera que “los mejores y los más capacitados” lleguen a puestos de trabajo más adecuados, ya que permean las practicas del “Amiguismo o Compadrazgo” antes que la capacidad individual.
Ante lo primero que me encontré en las dos entrevistas realizadas, es la dificultad de laborar en el ámbito público, cuando el Servicio Civil de Carrera no es un sistema eficiente que asegure que “los más capacitados” lleguen a los mejores puestos. Una de las razones comentadas en las entrevistas es que las instituciones públicas tienen la opción de pedirlo como requisito, o no hacerlo. Está establecido que lo tengan como opción antes que una obligación, lo cual complica el sistema, y se da el asunto del “Nepotismo”[1]. También en esto debería de existir transparencia por parte de las instituciones públicas en mi opinión, pues al no contar con personas familiarizadas (en el caso de las disciplinas de Ciencia Política o de Administración Pública” con el funcionamiento de los engranajes burocráticos y administrativos, la evaluación debida a los programas que se aplican, y el problema acrecentado de la corrupción en las instituciones públicas, difícilmente podríamos pensarnos (siendo jóvenes) con un lugar especial. Siendo sobre todo egresados de carreras de las ciencias sociales, difícilmente se nos da un valor en el ámbito laboral en general, pues las áreas prioritarias para el gobierno (tanto del estado como a nivel nacional) es en el apoyo a la inversión de las ciencias tecnológicas que “impulsan” la atracción de inversiones directas extranjeras.
Se define como Nepotismo:
“Con toda claridad, este es un caso de favoritismo. Con mucha frecuencia, el nombramiento de un individuo, que es parte de los amigos o del séquito de un Comisionado, en una posición bien remunerada dentro de la Comisión, o la oferta de un contrato de consultoría igualmente bien remunerado, contraviene las reglas existentes. Esto ocurrió cuando la persona en cuestión fue contratada para formar parte de una categoría de personal para la cual carecía de las aptitudes necesarias. Sin embargo, incluso cuando no se presenta tal irregularidad o no se infringe ninguna regla, los Comisionados deberían evitar el nombramiento de cónyuges, familiares cercanos o amigos, incluso aquellos que posean aptitudes apropiadas, para posiciones que no hayan seguido un proceso de competencia abierta. En tales instancias, debe haber en todos los casos al menos la obligación de divulgar dicha información en el transcurso del nombramiento.”[2]
Este tipo de prácticas en verdad afectan el engranaje de la Administración Pública. Al menos en el Congreso del Estado, donde realizo mi servicio profesional, he podido observar esta importante cuestión, donde, los que laboran como asesores, no necesariamente son expertos en los temas legislativos, son personas que han laborado en el partido y que son colocados en dichos puesto para “vigilar” que los intereses de este sean asegurados.
En el caso de los programas que buscan solucionar este problema, hay una gran dificultad que no se había contemplado, o que se contempló, pero no se realizó nada al respecto para solucionarlo, el cual es el Bono Demográfico.
El Bono Demográfico se refiere:
Periodo durante la transición demográfica en que la proporción de personas en edades de trabajar (potencialmente productivas) crece en relación a de personas en edades potencialmente dependientes. Este periodo se conoce también como “ventana demográfica de oportunidades”, en referencia a las posibilidades que ofrece para aumentar las tasas de crecimiento económico per cápita y los niveles de bienestar de la población.”[3]
Este es un gran problema, el cual no se había contemplado debidamente, ya que esos puestos de trabajo que podrían haberse aprovechado, con jóvenes especializados y educados, que pudieran haber ocupado puestos dentro de las empresas extranjeras o nacionales, serán enormemente desaprovechado y en definitiva no abonara con la economía de nuestro país, la cual se encuentra enormemente afectada por los trabajos informales que no contribuyen con los impuestos recaudados, generando actividades tanto licitas e ilícitas que permean el sistema de estancamiento en el que nos encontramos. Es un tema preocupante, pues en aras de buscar un cambio, pareciera que cada vez la situación se complica más para las futuras generaciones. Como estudiantes Ciencia Política es urgente que tomemos un papel activo en la generación de programas que atiendan la problemática. Si el Bono Demográfico se hubiera aprovechado en la manera debida, podríamos quizá hablar de un “desarrollo económico” dentro de 10 años, sin embargo no se logró y dudo que se logre si no exigimos como sociedad a los gobernantes, interesarse por este punto.
Según el INEGI del 100% de egresados a nivel nacional solo el 30% encuentra trabajo en el primer año, y solo el 30% labora en el ámbito en el que estudiaron. Esta cifra en  verdad es muy alarmante considerando que existe una fuga de “talentos” donde la mayoría de los jóvenes en posibilidades de trabajar no son absorbidos por el mercado laboral mexicano y prefieren trasladarse hacia otros lugares donde puedan encontrar mejores oportunidades. En esta década según la CONAPO, 7 de cada 10 migrantes entre 15 y 24 años son las estadísticas de quienes migran hacia una vida mejor. La edad en promedio, es la más productiva y la que más está siendo desaprovechada y si no es desaprovechada, es cooptada por organizaciones criminales que solo proliferan mayormente la inseguridad y corrupción en nuestro país.
La única arma a la que podría recurrir un joven es a formar capital social, y a especializarse en sus ramas, la actual competencia laboral es alta y la exigencia de diplomas para tener un trabajo en la actualidad, es necesaria si aspiramos a tener una vida “digna” durante los siguientes años.



[2] Ibídem (Pág. 5)
[3] “Bono Demográfico y Envejecimiento: Impactos sectoriales de la dinámica demográfica”

No hay comentarios:

Publicar un comentario